Un acertado diseño funcional y estético del restaurante, aportará ese valor añadido que cubra las expectativas del cliente. No se trata únicamente de decorar un restaurante  para ponerlo más o menos bonito.

El diseño  y la decoración de restaurantes va más allá, requiere un minucioso y detallado análisis tanto del espacio como de las necesidades que el propio negocio demanda.

Existen una serie de premisas fundamentales que un buen diseño de restaurantes debe atender y resolver para garantizar un resultado integral óptimo y armónico que motive en el cliente potencial la elección de ese restaurante frente a otro.

En el diseño o reforma de un restaurante la a imagen corporativa debe reflejar la personalidad del negocio y estar correctamente implementada en la arquitectura interior y exterior del restaurante. Cada detalle de comunicación visual que se trasmite forma la identidad corporativa de la marca. El cliente debe entender que tipo de servicio se ofrece, solo así conseguiremos entablar un vínculo sincero con él.

Los colores, la tipografía o la elección de los materiales empleados, tanto en los elementos estructurales como en los acabados del diseño interior del restaurante, serán clave para la transmisión del mensaje.

Otro factor clave a la hora de enfrentarse al diseño de restaurantes es encontrar el equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética. Tan importante como la comodidad del cliente es la comodidad del personal de trabajo. Debemos diseñar un espacio eficaz y cómodo, dónde el personal de trabajo cuente con unas instalaciones adecuadas. Para ello debemos tener en cuenta la relación entre las circulaciones de público y personal, analizando los recorridos del producto en todos sus estados  y la correcta disposición del equipamiento de servicio necesario para su implantación, la ubicación de las zonas técnicas así como los acabado que garanticen un óptima funcionalidad y mantenimiento.

Un diseño de interiores funcional dotará al negocio de un pulmón que le permita responder adecuadamente a cada demanda y ofrecer así un servicio de calidad

espacio y su concepto estético. La personalidad del negocio debe verse reflejada en la distribución de la sala,  en los elementos decorativos, el mobiliario y el lenguaje corporativo empleado en su comunicación.

El cuidado de los accesos, la iluminación o el acondicionamiento acústico para evitar el exceso de ruido en sala, así como la disposición del mobiliario acotando una óptima relación entre intimidad y rentabilidad, son fundamentales para tener un cliente satisfecho, que sin duda volverá.

En el diseño de restaurantes son claves los requerimientos tanto legales como funcionales por lo que la elección del local será clave para determinar la inversión necesaria y la viabilidad.

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