SALCEDO Vivienda
Pontevedra

Rehablitación y ampliación de una vivienda unifamiliar en Pontevedra en la que el paso de varias generaciones había dejado huella en forma de diversas ampliaciones que respondían a distintas necesidades adaptadas a las tecnologías propias de cada momento. Esta intervención, ha supuesto un reto a la hora de conjugar las partes arquitectónicas “válidas” de la edificación original con una nueva reorganización espacial, abriendo un diálogo entre los factores a conservar y lo emergente, con un objetivo claro: actualizar su función a las necesidades de uso actuales, buscando el equilibrio entre los aspectos técnicos, la preservación de los valores patrimoniales y la eficiencia energética. +info
La edificación primaria estructurada sobre muros de carga de piedra se modulaba en torno al campo, generaba en su interior espacios pequeños que no ofrecían un gran confort lumínico y funcional. En los años 70, el abandono del campo propició una nueva relación con la ciudad, dando como resultado la planta alta que desligó la vivienda de su relación directa con la tierra, articulándose esta en torno al vial colindante. Además en esta nueva volumetría se definen dos tipologías constructivas, donde las fachadas nobles y de mayor calidad se ofrecían al vial, en cambio las fachadas y espacios posteriores presentaban una calidad constructiva técnicamente inasumible para los estándares de confort requeridos en la actualidad.



Analizada la situación de partida, el proyecto desarrolla una reorganización espacial adaptada a las necesidades de sus nuevos habitantes, con el máximo aprovechamiento del espacio existente y la optimización de los recursos naturales con sistemas adecuados a la climatología y la orientación del emplazamiento, retomando la conexión con el paisaje. El nuevo espacio responde a un programa de necesidades que exigen la adaptación volumétrica de las estructuras existentes, respetando al máximo la construcción primaria, prescindiendo de las partes con una menor riqueza constructiva y exaltando la construcción embrionaria, que dialoga con un nuevo módulo que configura el espacio hacia algo nuevo y conecta la vivienda con la finca

Se accede a la vivienda directamente desde el solar, por la edificación primaria, la planta baja, recuperando el acceso original de la vivienda y presentando un módulo de distribución y comunicaciones verticales desde el cual se accede a todas las áreas de la vivienda proyectada. En este espacio de distribución, ubicado en el eje de la vivienda, además de posibilitar apertura visual y comunicación con las áreas de día, aporta luz natural al conjunto de la vivienda mediante un gran lucernario y el suelo de vidrio. De este modo, recuperamos la construcción embrionaria de planta baja abandonada hasta ese momento, para situar las zonas más transitadas de la vivienda.



El nuevo volumen que gravita sobre la estructura vernácula en forma de pala, resguarda del vial colindante y de las molestias producidas por éste, a la vez que vincula la vivienda al solar. Los diferentes niveles existentes y los creados en el nuevo volumen forman un juego de alturas que se adapta a los originales muros de piedra y al propio terreno, articulados por una marcada doble altura que propicia el diálogo entre los espacios, reiterando la unidad y permitiendo que la luz natural inunde todas estas estancias sociales, a través de una fachada acristalada que abre la vivienda hacia la parcela integrando el interior con el paisaje y reconciliando la vida en la vivienda con la naturaleza.

En cuanto a los materiales y su aplicación, la premisa ha sido el respeto de la construcción embrionaria junto con la contención y sobriedad de los nuevos materiales, madera de eucalipto, cemento continuo gris perla y elementos metálicos en tonos grises, que sobre la base arquitectónica blanca dan como resultado un conjunto arquitectónico que enfatiza las características identificativas e históricas de la antigua construcción. Los nuevos materiales dialogan en equilibrio con los originales, exaltando sus cualidades y entendiéndose, a través de encuentros limpios, de modo unificado, armonizando la integración del conjunto en el entorno inmediato y su paisaje local.

Como ejercicio de responsabilidad ética resolvemos premisas de índole ambiental, económica y social como los accesos y flujos que comunican las distintas áreas, organizando el espacio de manera que mejore su relación con el medio a través de un programa que posibilita un equilibrio entre arquitectura y entorno. A través de la creación del módulo de ampliación y su gran apertura a la parcela además de integrar visualmente el entorno en la vivienda vincula funcionalmente la vivienda y el proyecto a la propia parcela y unificar interior y exterior. De este modo, se recuperan los espacios primarios más bajos y en desuso, para ubicar las áreas de día, con un contacto más directo con la parcela, desvinculándolas perceptivamente del vial y sus molestias ambientales.

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